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"Apertura mental y perseverancia" - Entrevista a Martín Garo, profesor de la Escuela de Ci

FICHA TÉCNICA:

Nombre: Martín Garo

Edad: 45 años

Profesión: Abogado del Congreso de la Nación, Disc Jockey y Profesor de Ciclismo.

“Apertura mental y perseverancia”

Saber transmitir es uno de los puntos fuertes de Martín Garo, abogado de profesión, ex disc jockey y apasionado por las bicicletas. La modestia y la serenidad son las herramientas con las que se valió para vivir esta charla en la cual logramos conocer un poco más de su vida y de sus primeras experiencias con el ciclismo.

Martin Garo

¿Cómo te surgió la idea de andar en bicicleta?

Por gusto personal. Realmente no tuve referentes ni familiares, ni amigos, simplemente me gustaba la bicicleta, solía ir a pedalear a la Plaza Irlanda. Hasta que una vez vi a un chico que tenía una bicicleta de media carrera -yo en esa época tenía una bicicleta de cross- y me gustó, me fascinó porque iba fuerte. Al cabo de unos meses ahorré y con la ayuda de mis papás ahorré como para comprarme una de esas bicicletas. Y bueno ahí estuve tres, cuatro años pedaleando, pero muy en solitario.

¿Siempre en solitario?

No, al principio tenía un compañero de colegio que también le gustaba andar en bicicleta y con él íbamos al KDT. Esto fue en la época en la que fue inaugurado el Nuevo Circuito KDT, ahí por el año 82, pero después el dejó la bicicleta y yo quedé solo. Habrá sido hasta que terminé el secundario que pedaleé y después empecé con otro amigo a musicalizar en fiestas, a ser disc jockey y dejé la bicicleta. Esto lo hice hasta los 34 años, fui disc jockey y trabajé en distintos lugares: cumpleaños de 15, casamientos, discotecas. Trabajé 15 años seguidos y en diciembre 2004 dejé de trabajar de disc jockey. En marzo de 2005 me compré una bicicleta de carrera y de ahí a hoy, no paré. Hace casi 10 años que no paro de andar en bicicleta.

“Siempre me gustó el estilo y la manera de correr de Sebastián y cuando Lauro Pintos me recomendó ir a la escuela, ni lo dudé.”

Martin Garo entrenando en la pista

¿Cómo fue esta decisión? ¿De un día para el otro dijiste voy a volver con la bici?

Sí, cuando dejé de tener el compromiso nocturno de poner música…

Claro, no conjugaban mucho ambas actividades…

No, no conjugaban. Yo me acostaba digamos, sábados y domingos a las siete de la mañana, no podía salir a pedalear. Pero igual siempre hice deporte: iba a correr a pie, o iba al gimnasio, o iba a nadar en la semana, pero siempre hice algo.

¿Y cómo fue ese volver?

Empecé yendo a una bicicletería que iba cuando era chico, que es la de Lauro Pintos. Esto es en el barrio de Flores, cerca de San Pedrito y Directorio. Ahí compré mi bicicleta de carretera en el año 2005. Y empecé a pedalear bajo algunos consejos de Lauro Pintos. Él mismo, a los dos años, cuando vio que mi entusiasmo por la bici se sostenía, me recomendó ir a ver a Sebastián Donadío y a una escuela de ciclismo.

“No me siento profesor, pero la verdad es que me gusta enseñar y sé transmitir.”

Martin Garo con Seba Donadío

¿Y vos ya conocías a Sebastián? No todavía. Ese primer año con la bici, me interioricé también con el mundo del ciclismo. A los seis, siete meses de empezar, corrí algunas carreras y ahí empecé a ver a Sebastián Donadío y a otros ciclistas correr en primera. Los miraba, quedaba asombrado y los admiraba. Siempre me gustó el estilo y la manera de correr de Sebastián y cuando Lauro Pintos me recomendó ir a la escuela, ni lo dudé. Justo él había tenido un accidente y lo conocí cuando se estaba recuperando. Bueno y así empecé en la escuela como alumno. Estuve unos 3 años más o menos hasta que surgió la posibilidad de coordinar algunas de las clases de Sebastián. Él me define como profesor pero yo me considero más un coordinador que un profesor.

¿Por qué? ¿Cuál sentís que es la diferencia?

Como no estudié para ser profesor en Educación Física no me siento profesor. Pero la verdad es que me gusta enseñar y sé transmitir. Todo lo que aprendí lo transmito y me gusta hacerlo. Creo que le es útil a las personas, sobre todo a los que ingresan a la escuela.

Del mundo del ciclismo ¿Qué es lo que te gusta o te reconforta más?

Lo que más me reconforta en primer lugar es salir a pedalear, como dirían los españoles “montar una bicicleta”, eso me encanta. Después, con el tiempo fui aprendiendo que subir a una bicicleta me permitía conocer lugares. Al anotarme en carreras en distintas provincias de la Argentina, no solo recorría en la competencia en sí, sino en los días previos o posteriores. O sea, lo que más me gusta es el acto de andar en bicicleta en sí; después el conocimiento de distintos lugares a través de las diferentes actividades que realizás con la bicicleta; y finalmente el conocimiento de distintas personas.

¿Y qué es lo que tal vez no te gusta tanto?

Lo que menos me gusta de la bicicleta son las caídas, que prácticamente son inherentes a la actividad en sí. Uno puede tomar muchas precauciones, ser muy cuidadoso o tener mucha técnica, y con esto disminuir la cantidad de caídas, pero normalmente cada tanto alguna se produce: sea por un relajamiento, un descuido, o una situación que no depende de vos. A nivel competitivo una cosa que no me gusta es el doping, pero trato de hacer mi camino y no fijarme en el que hacen los demás, yo hago lo que a mí me parece correcto. Esa es la parte por ahí del ciclismo que no me gusta: la caída que es inherente al ciclismo y el doping que es inherente a los seres humanos, a los deportistas, no? Porque no solo hay doping en el ciclismo sino en la mayoría de los deportes cuando se está en un nivel profesional o competitivo.

“Para mí la abogacía es un trabajo que me gusta, no es más que eso. En cambio el ciclismo es una pasión.”

Martin Garo en la pista

¿Y cómo sentís que se articula lo que es tu profesión de abogado con el ciclismo? ¿Hay alguna conexión o son dos partes tuyas totalmente distintas?

Son partes totalmente distintas. De hecho yo intento no tener clientes ciclistas. No quiero mezclar las cosas. No quiero ir a andar en bicicleta y ver a un cliente y pensar en su caso. Quiero que sea algo totalmente independiente. Para mí la abogacía es un trabajo que me gusta, pero es un trabajo, no es más que eso. En cambio el ciclismo es una pasión.

¿Qué le dirías a un chico que tiene ganas de empezar con ciclismo pero que no está muy seguro o tiene ciertos temores?

Mi mensaje sería que vaya a una escuela de ciclismo, a un grupo de ciclistas, que se informe porque probablemente muchos de esos miedos que tiene sean debidos a una desinformación, que una vez que entendés cómo es el deporte, de qué maneras se puede practicar, empezás a perderlos. Así le va a encontrar un lugar en su vida, una forma de hacerlo de una manera que le genere una satisfacción.

¿Qué opinión te merece la Escuela de Ciclismo Donadío?

Creo que tiene mucha amplitud en ese sentido. Cualquier persona que le interese el ciclismo va a encontrar esta información y herramientas como para hacerlo de acuerdo a su gusto personal, ya sea ciclismo de carretera, ciclismo de circuito, ciclismo de mountain bike, tierra, montaña, etc.

¿Cuál dirías que es la clave para ser un buen ciclista profesional?

Dos claves. Primero, ser abierto a lo que te dicen. Escuchar y ser abierto a lo que te enseñan, a lo que te transmiten, desde un docente, un compañero, o alguien que te cuente una experiencia. Y lo segundo, ser perseverante, ser constante. Esas dos cosas: apertura mental y perseverancia. Con esas dos cosas y un poquito de tiempo vas a poder ser un buen ciclista.

Martin Garo y su pasión

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Por Constanza Feldman

licenciada en Comunicación

encargada del blog de la escuela Donadío.

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"Un filósofo sobre ruedas" por Sebastián Donadío

Nuestro director nos deja una interesante reflexión de lo que significa Martín Garo para la escuela de ciclismo que dirige. "Martín es un tesoro difícil de encontrar. En él se encuentran muchas personas en una. Es un gran filósofo que analiza el ciclismo dentro del Todo, un excelente y amable educador, muy reflexivo y atento, un gran deportista que ha entendido lo que significa para el ser humano la práctica adecuada de un deporte como el ciclismo, un apasionado de las dos ruedas que pone su corazón y cerebro en cada práctica, analizando el minuto a minuto de cada carrera y entrenamiento, viviéndolo en carne propia y transmitiéndolo a otros con una habilidad especial, con ese don de Maestro que sólo algunos elegidos poseen. El que llega a la escuela y se topa con Martín tiene adelante a un ser que pareciera de otra liga, un jugador distinto con un gran carisma y una humildad que atrae al alumno, y que demuestra una vez más que el ciclismo es mucho más que dar pedales."

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